La Region
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Cantharellus listas para comer, tras ser recogidas este mayo en Conso.
La del 2025 ha sido, hasta el momento, y no parece que vaya a mejorar, una campaña ciertamente atípica para los amantes de las setas de primavera, que esta temporada se han hecho esperar tanto que se han empezado a ver aparecer a las puertas de la temporada estival.
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Juanjo Martínez, de la asociación micológica Os Cogordos, reconoce que “ha sido una primavera poco propicia, aunque algo siempre hay”. Matiza que “hablo del entorno de la ciudad, que es posible que en otras zonas haya ido mejor”. Añade que “pensábamos que con lluvia y subida de temperaturas, habría mayor diversidad, pero en nuestra zona hay muy poquita cosa”.
Por otra parte, el que fuera presidente de la asociación micológica de referencia en la provincia apunta que “sí se ve algún cantharellus, aunque pequeños, cuando otros años, a estas alturas, los ejemplares que se encontraban estaban ya muy desarrollados”.
José Luis Rico, actual presidente de la asociación, confirma que “esta campaña de primavera está siendo de las peores que he conocido”; excepto dos semanas en mayo que llovió y salieron cantharellus en abundancia, el resto ha sido muy escaso. En nuestro caso hicimos una salida el último fin de semana de mayo a Vilariño de Conso y Nogueira de Ramuín y encontramos abundancia de cantharellus.
Apunta que “lo único que podría pasar es que vinieran algunas tormentas y si se encadenan en una o dos semanas podría aparecer algún Boletus Aestivalis”. Aunque matiza que “la pinta es de que el tiempo empiece a ser de verano, por lo que la temporada micológica toca a su fin. Habrá que esperar a septiembre”.
Rico, eso sí, apunta que “hablo del entorno de la ciudad de Ourense, porque es posible que pueda haber sitios concretos que, por su microclima, permitan el crecimiento de determinados ejemplares”.
Celanova
Alejandro Mínguez, secretario de la Asociación Micolóxica de Celanova e integrante del Grupo Micolóxico Galego subraya que “o exceso de chuvia non é bo, e tivemos moitísima. Ademais queren temperaturas suaves. Hai un mes había unha escaseza brutal, pero agora, con estes días alternos de chuvia e boas temperaturas -en referencia a mediados de mayo-, están saíndo distintas cosas”, apunta.
Entre las setas que se pueden encontrar desde hace un par de semanas están las cantharellus, russulas o algunos boletus. Llama la atención la aparición de especies que, según apunta Mínguez, “antaño eran rarísimas como a Auricularia auricula-judae, coñecida por oreja de Judas, un cogomelo medicinal e moi apreciado na cultura oriental”. Añadió que se deja ver en Celanova, fundamentalmente en el saúco y en grandes cantidades.